Niña de adentro
$15,000Bella Clara Ventura es un camino y un poder al mismo tiempo. Camino, porque nos lleva, amparada de ternura y de sueños a un destino en el que terminamos deambulando y participando embelesados. Y un poder, porque maneja la palabra con todas las ventajas que le acredita su alma bienhechora. En Niña de adentro, lo que nos hace es confirmar esta afirmación primero, porque no nos conduce al abismo de las defecciones, sino a esa especie de meta que configura tanteando hasta el asombro la vida. Y segundo porque, siendo como es, nos involucra e incorpora a escenarios muy íntimos, en los que terminamos trajinando todos. Camino y poder, poder y camino al mismo ritmo, pero no porque ella lo haya tramado, sino por la manera tan propia que tiene de descifrar la vida, de darse íntegramente como una ofrenda, como un regalo de Dios, cuando amanece. Bella Clara es una poeta que va a dar mucho de que hablar con sus poemas, no tanto porque a veces rompe la barrera de los sonidos sino, fundamentalmente, porque su poesía es un abrir y cerrar de ojos que nos lleva como un imán que todo lo absorbe y apetece a la dimensión de la ternura. Poeta inmensamente intensa ha descubierto la piedra filosofal de una palabra que, a veces pareciera que se vuelve sobre ella misma para recorrer su cuerpo de gacela. Cuerpo que es poesía y a la vez una invitación que nos perturba, que nos hace ser poros en su entraña, piel en las mañanas buenas que cobija. Niña de adentro en realidad el “adentro” y el “afuera” de una poeta extraordinaria. Desde “su” adentro inmemorial, Bella Clara consigue concatenarnos con una historia que siendo suya, muy suya, terminamos sintiéndola nuestra por todas sus ventanas y aquiescencias. Y desde el “afuera”, para hacernos entender que somos hijos de una memoria colectiva hereditaria interminable. Poeta de entraña y sentimiento, ha conseguido lo que nadie: convertir a la ternura en una necesidad de vida y esperanza. Porque, ¿qué es la ternura sino la vida misma elevada a su máxima potencia creadora? Bella Clara Ventura, es bella, es clara y por ventura la poeta más genuina de este siglo, a la que los creadores buscamos averiguar cómo se inspira Dios al generar la vida. Será por eso, por lo que el ser que procrea su historia es una niña que se niega a salir de ese “adentro” en donde mora, y en donde quisiera morar toda la vida, para fusionarse intrépidamente con el cielo. En ese cielo donde todo es posible. Porque es infancia y adolescencia. Es madurez y es acaso el ínterin para ajustarnos a una gloria pletórica de eternidad y de consuelo. Niña de adentro, pero bien adentro, es cadencia marcial y revelación interminable. Es conexión con caminitos que parecieran quebrarse de llantos y guirnaldas. Y, como las grandes obras, la belleza resumida, la palabra liberada, el sentimiento echado a volar como paloma de colores y de cántaros. Bien por Bella Clara, que confirma con esta obra, ser una de las poetas mas excelentes de esta América que ama.
Carlos Garrido Chalén. Poeta peruano. Premio Nacional de Poesía.