Orfandades
Es una aurora singular en el panorama literario internacional. Novelista de éxito desde hace más de treinta años. Escribe poemas desde un lenguaje personalismo.
$15,000
Este libro recoge poemas de cada instante vivido por Bella Clara Ventura.
Es un itinerario por evocaciones que se deslizan en los misterios cotidianos.
Misterios que solo la poeta puede descifrar.
Poesía inspirada en el día a día. Realismo transfigurado donde se vuelve criatura la palabra como un signo que rememora momentos, recogidos de cada vivencia impregnada de poema.
Es una aurora singular en el panorama literario internacional. Novelista de éxito desde hace más de treinta años. Escribe poemas desde un lenguaje personalismo.
Carrusel de emociones, no es un juego de niños. Es la muestra viva de la pasión que gira a nuestro alrededor con su rostro de amor y de dolor. Hace parte de la colección de Bella Clara Ventura donde leemos sus impresiones de vida y muerte. Este exaltación de la existencia nos devuelve al camino de la poesía. Los versos dan testimonio de cómo conversar con las estrellas para hacerlas presentes en este camino de misterio y alegría, de locuras y mariposas prominentes, inicio de un carrusel, pirueta de nuestros sentimientos.
Poemario editado por Sociedad de la Imaginación en el año 2002. Prologado por el poeta, periodista y crítico de arte antioqueño merecedor de varios premios de poesía, Mario Rivero.
El libro en una de sus solapas cuenta con el texto de una de las poetas mas relevantes de Colombia, Matilde Espinoza, quien anota:
“Conozco la novedosa poesía de la escritora Bella Clara Ventura, aunque cronológicamente ella ocupa sus espacios siderales y yo la dura tierra, admiro la originalidad y frescura de sus metáforas que entregan el mensaje hermoso y esperanzado”
Bella Clara Ventura escribe poesía porque no puede dejar de hacerlo. Mallarmé dijo alguna vez «Un hombre acostumbrado a soñar viene a hablar de otro que está muerto».
Claudia De Greiff
Carlos Garrido Chalén. Poeta peruano. Premio Nacional de Poesía.
La importancia que reviste este libro para la escritora y para el arte poético, se presenta en forma de díptico. Por un lado, la experiencia de escribir desde su propio silencio, en búsqueda de un ritmo poético escondido en cada palabra anudada a una palabra más para formar el verso y, por el otro, una tendencia estética que retrata la realidad sin provocaciones, la advertencia de un sol que la abraza todos los días, así llueva y esa luna que sin rodeos la provoca y la incita a conversar con la noche.
Elevada a través de metáforas indómitas la poesía de este libro se realza en un lenguaje audaz, limpio, que responde a una concepción profunda y coherente del mundo que le asalta a cada instante. Es su mundo con el otro, donde la pregunta no tiene respuesta sino conclusiones, donde el interrogante se ahoga en su propio rito para quedarse estático, como suspendido, sin saber a dónde ir. Aquí la rima puede ser o no, un factor esencial de la tonalidad, del ritmo, de la sucesión de acentos, es fundamental para la interpretación de los poemas haciéndose evidente la ineludible verdad de un tiempo subjetivo.
En términos de precisar una tendencia literaria, podríamos atrevernos a encontrar una afinidad con el estilo poético de Nicanor Parra, hablaríamos entonces de “la poesía de lo cotidiano”, con una diferencia relevante y es, la de los giros verbales torneados por atmósferas surrealistas. Es esta mixtura la que define un estilo propio y genuino, que hace de su mundo poético una trasmutación de todas sus vivencias.
Claudia De Greiff
Una colección llena de pasión y originalidad para sugerir que el amor brilla incluso en la ausencia. Desde caricias bohemias hasta besos exóticos, el amor une pensamientos con abrazos que sólo el cielo conoce.
Los versos se suceden para describir el estado de ánimo que experimenta toda persona cuando el abandono, aunque sea momentáneo, se aferra como un fantasma a las hojas vacías del delirio que le espera.
Toda una colección que nos revela una nueva forma de hablar del amor ausente bajo la mirada de una luna en forma de abanico y la sonrisa cómplice de las estrellas.