Liberté, hôtesse du coeur
La libertad, anfitriona del corazón, es el elogio del retorno a uno mismo, fuente inagotable de riqueza, por más descuidada o incomprendida que sea. Esta libertad de ser nosotros mismos nos permite redescubrir el paraíso perdido que podemos recrear en la Tierra a través de palabras y acciones. Un retorno al estado natural, a la sencillez, a lo invisible, tan bien descrito por Saint Exupéry como lo esencial. La libertad es un pájaro-niño que todos vivimos dentro de nosotros mismos. Y aquí hay versos que nos susurran esta verdad con la ayuda de metáforas que emanan de un autor colombo-mexicano, pintor de los vuelos del alma. Pacificadora, quiere extraer su perfume de la selva para destilarlo a la humanidad. Aboga por la alegría de vivir sin cadenas y sin ataduras, pero sólo bajo el dictado del corazón, anfitrión de sentimientos nobles. Estemos de acuerdo con Vauvenargues: “Los grandes pensamientos surgen del corazón. »